"Un juego que combina los coches y el fútbol"
En ciertos títulos de fútbol se habían implementado modos en los que los futbolistas se convertían en coches, los cuales debían ser conducidos de tal manera que el balón acabara penetrando en la portería contraria. Rocket League basa toda la experiencia jugable en dicho modo, por lo que los jugadores únicamente toman el control de vehículos.
Desde superdeportivos hasta furgonetas, multitud de vehículos están disponibles en este frenético videojuego que origina piques muy divertidos. Todo se basa en un estilo futurista, por lo que los coches son capaces de realizar acciones como volar por los aires y activar turbos imposibles para tener ventaja sobre el otro rival y acabar metiendo una mayor cifra de goles. El contrincante puede ser manejado por otra persona o por la IA.
El trabajo en equipo es muy importante en los partidos en los que participan más de dos coches. En el momento en que consigas meter gol una explosión se reproducirá en pantalla, pudiendo afectar la misma a los vehículos que se encuentren en las proximidades. Transmitir sensación de velocidad en un videojuego de este tipo no parecía fácil, pero los creadores de Rocket League lo han logrado. Por otra parte, el sistema de control está perfectamente implementado y puede manejarse con una gran precisión.